Bruja, maga, chamana, oráculo, médium, canal, vidente… hay tantas formas de llamarme, puedes escoger la que más te guste.
Lo esencial es que soy un ser que puede conectar, interactuar, comprender o manejarse en distintos planos de consciencia y/o temporales, esto es: puedo contactar con el espíritu así como contacto con el humano y puedo ver otros tiempos y espacios más allá del presente.
Paseé por el mundo cibernético hace algunos años en el sector Astrología y Tarot, participando en diferentes programas de TV y radio. Tranquis, no soy ni me parezco a E.G.
En 2018, vía un burnout brutal, dejé todo aquello y empecé a formarme con varias escuelas e institutos especializados en los estados no ordinarios de consciencia para dar una utilidad eficaz a mis capacidades innatas.
He estudiado con profesionales de “renombre” y con otras entidades que no tienen editoriales o tanto bombo y “renombre” detrás pero sí tienen métodos y conocimientos sólidos sobre diagnóstico e intervención en trastornos psíquicos o espirituales.
Me enorgullece poder decir que he aprendido de los Q’eros, Toltecas y Sioux el arte de curar las heridas que el ego impone al alma.
He complementado mis estudios con kabalá, gemoterapia o cristaloterapia, simbología sagrada, pnl, constelaciones familiares y un extenso etc.
Actualmente estoy formándome en psicoactivos y psicoterapia con psicodélicos.