En el año 2019 no fuimos pocos los astrólogos que advertimos de la triple conjunción (Júpiter, Saturno y Plutón) en Capricornio y de lo que iba a suponer socialmente (¿os acordáis de las AstroPizarras? 🥰).
En aquella época consultar a un astrólogo era algo que casi debía justificarse pero, gracias a las redes sociales, hoy todos sabemos qué Sol, Ascendente y Luna tenemos y, más o menos, qué supone eso.
Estamos más que acostumbrados a escuchar sobre las retrogradaciones de Mercurio o los eclipses, siempre tienen algo alarmantemente especial. Algo que llama la atención y marca un “antes y un después”.
La parte negativa de estar alarmando constantemente está muy bien explicada en la conocida fábula “que viene el lobo”.
Si te aviso una y otra vez y tú ves que no hay tanta trascendencia en la práctica, acabas haciendo oídos sordos.
O colapsas si estás constantemente en alerta. Te estresas innecesariamente mentalmente.
Pero, viene el lobo. Y quiero avisarte porque creo que lo que viene merece ser vivido y no sufrido. Para que no te encuentres en un “si lo hubiese sabido…”.
Para que comparéis y comprendáis la envergadura de la cuestión que os vengo a comentar: en enero de 2020 tuvimos una triple conjunción combinada con eclipses y stelliums que entre que se perfeccionaban los aspectos y tal duró un mes.
Es decir, un mes de meneo contundente en la sartén astrológica dio como resultado pandemia y derivados. Con todo lo que ha supuesto y supone a nivel emocional, mental, físico y anímico individual y socialmente.
Bien, el 30 de marzo de 2025 la sartén astrológica vuelve a menearse. Esta vez lo hará para elaborar la conjunción entre Saturno (again) y Neptuno en un meneo de sartén que durará 11 meses.
Fechas significativas de la conjunción Saturno Neptuno
El salseo empieza aquí:
30 de marzo: Neptuno ingresa en Aries.
El cambio de signo de un planeta como Neptuno no ocurre habitualmente. La última vez que sucedió fue en 2012 y la próxima vez será en 2039.
El cambio de aire a agua (de Acuario a Piscis) que se dio en 2012 fue mucho más sutil o explicable -hay aire en el propio agua- de lo que lo será al pasar de agua a fuego -el fuego apaga el agua- (Piscis a Aries).
No está de más que revises de forma honesta cómo fue tu 2011/2012 para que evalúes tu grado de sensibilidad a los cambios de signo por parte de Neptuno. No todos somos capaces de percibirlo o experimentarlo con la misma forma o intensidad.
Ten en cuenta si hubo algún evento significativo, si se generó alguna circunstancia que derivara en otra circunstancia actual…
Siendo Piscis el signo en el que ingresó, fíjate en si hay en esas fechas algo reseñable relacionado a tu espiritualidad o tu relación contigo mismo.
Observa los procesos anímicos que sucedieron o aparecieron en aquella época. Si hay algo significativo o sabes relacionarlo, conoces la experiencia y cómo es.
Ahora será lo mismo pero en lugar de promover cuestiones emocionales o vinculadas con el origen (Piscis) serán cuestiones anímicas o vitales (Aries).
Si no sabes relacionarlo, tal vez este tipo de cambios no sea algo que te afecte conscientemente en gran medida.
24 de mayo de 2025: Saturno ingresa en Aries
Saturno es el materializador. Su presencia o ser parte activa de la movida nos garantiza consciencia.
Esto quiere decir que lo que pase no será encubierto o de tapado, será “sabido” y experimentado.
Por eso en la movida de 2020 se supo qué hay en lo oculto o en el poder. Nos cuestionamos tantas cosas porque Saturno hizo que las experimentáramos. ¿Cuántas cosas absurdas hacíamos antes que no habíamos cuestionado nunca?
Que Saturno sea parte de esta conjunción también implica que hay una responsabilidad o una capacidad de interferir, posicionarse o intervenir en lo que suceda a través de la reeducación.
Pero vamos, que empieza la movida intensa:
9 de junio de 2025: conjunción aplicativa con un orbe menor de un grado (efectiva sí o sí) entre Saturno y Neptuno
Esto no pasa frecuentemente. Pero pasa. Pasa una vez cada 30 años, aprox., para que os hagáis una idea.
Pero ojo cómo pasa: Plutón (Palas, en realidad) y Venus son los planetas que hacen de pan bimbo en el sándwich con Saturno y Neptuno durante su conjunción. Y ambos están en cuadratura partil. Y justo ese mismo día, qué casualidad, Júpiter ingresa en Cáncer.
Teniendo en cuenta que la triple conjunción fue entre Júpiter, Saturno y Plutón, que los tres tengan movimientos significativos ese día me da a entender que hay relación con los eventos de 2020. Se mueve lo “mismo”.
La conjunción se da viniendo de Palas y Plutón. La materialización, las restricciones o la disolución que emanen de esta conjunción “vienen” de las experiencias plutonianas, vía Palas, es decir, vía entendimiento de ello. Y se dirige hacia nuestras necesidades y valores.
Recordemos que esto es, también, el aperitivo del tránsito de Neptuno en Aries. Va a calar. Va para largo el tema.
5 de julio de 2025: Neptuno retrógrado
El 4, sí el 4, de julio al mediodía Venus conjuntará partilmente a Urano. Para añadirle magia al aspecto, la Luna en tránsito formará un trígono partil con esa conjunción.
En la tarde del 4 de julio, Venus cambiará de signo ingresando en Géminis.
Y entonces, a medianoche, Neptuno se pondrá retrógrado.
Mucho movimiento en poco tiempo.
7 de julio de 2025: Urano ingresa en Géminis
La conjunción partil y exacta entre Saturno y Neptuno no se ha dado. Se ha puesto en marcha, pero no ha arrancado por así decirlo.
Y, mientras la conjunción arranca, dos días después de que Neptuno cambie de dirección, Urano ingresa en Géminis (cambia de signo cada 7 años, así de frecuente es).
12 de julio de 2025: Saturno retrograda
Al estar tan próximo a Neptuno es normal y natural que retrograden en fechas próximas. Durante su retro Saturno retrocederá hasta el grado 25º de Piscis.
Cambiará de signo el 1 de septiembre de 2025.
El primer aspecto que recibe al ingresar en Piscis es un quincuncio con Mercurio (incomodidad mental).
Neptuno ingresará en Piscis durante su retrogradación el 21 de octubre. Su primer aspecto es un quincuncio con el Sol, incomodidad con uno mismo o su futuro.
El 28 de noviembre Saturno tornará directo y el 11 de diciembre lo hará Neptuno.
26 de enero de 2026: Neptuno ingresa en Aries definitivamente.
Fecha mágica 26/1/26. Aunque esto da para otro post, me llama la atención que esta fecha sea rueda de la fortuna / mago / rueda de la fortuna.
Es como “giro de los acontecimientos” / “decisión” / “giro de los acontecimientos”.
Me resulta llamativo porque, si os fijáis, veréis que el salseo que os describo dura 11 meses, pero hay dos puntos álgidos o de “meneo activo” que bien podrían estar representados por la rueda de la fortuna.
Uno se produce en julio de 2025 y otro entre enero y febrero de 2026.
Volvemos a la astrología, Neptuno ingresará en Aries. Se acabó disolver emociones y lo gestado pero no parido. Habrá un descenso en la compasión importante, va a ser turno para disolver pasiones y recuperar el aliento.
El ingreso de Neptuno en Aries se produce al mismo tiempo que un señoro stellium categoría “what is this” con Plutón, Marte, Sol, Mercurio y Venus en Acuario.
13 de febrero de 2026: Saturno ingresa en Aries
Con Neptuno en el grado 0 para formar conjunción.
Y la fecha más caliente, el momento más intenso, la culminación de esta conjunción la tendremos el…
20 de febrero de 2026: Conjunción partil entre Saturno y Neptuno
Con la Luna ahí, a escasos grados.
(Epic fail que no sea el 26 del 2 del 26, hubiese sido ya la rehostia, ¿verdad?)
Es difícil sospechar que 2025 y 2026 sean años tranquilos.
¿Me va a afectar a mí?
Una forma fácil de saber si esta conjunción va a ser un evento con más tonalidad social, vivido como algo que “pasa”, o con una tonalidad más individual, vivido como algo que “me pasa”, es observar si tienes planetas o cúspides (especialmente las angulares) entre los grados 0, 1, 2 y 3 de cualquier signo pero, especialmente, Aries, Cáncer, Libra y Capricornio.
Si tienes planetas o cúspides (especialmente las angulares) en los grados 27, 28 y 29 de Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis, probablemente esto también sea consciente y especialmente vívido para ti.
Los puntos medios ahí también son puntos calientes.
Esta conjunción, aspectando de forma activa a tu carta natal, no tiene que darte miedo; pero sí es necesario que comprendas que implica un proceso de renovación o cambio significativo.
Es mejor que no esperes a que las cosas pasen para reflexionar sobre ellas o sobre ti.
Si cumples años en estas fechas o en los días anteriores y posteriores, es recomendable que estudies tu revolución solar.
Recuerda que la revolución solar no se hace el día del cumple, se hace con dos o tres meses de antelación.
Prepararnos para la conjunción
Neptuno es un planeta transpersonal, no es manejable. Además es de naturaleza confusa y no suele ser exhibicionista. Normalmente no te sientas a hablar de tu intimidad moral y tus conflictos internos, ¿verdad?
Saturno tampoco es manejable, aunque sí suele exhibirse. ¿Qué me quieres enseñar? Ahí está tu Saturno. Representa la forma de los patrones que contenemos. Es más comprensible. Y, a medio largo plazo, algo moldeable.
Esto significa que no es probable que podamos controlarlo todo -tampoco es una novedad-, pero sí podemos trabajar en y con nosotros mismos para hacernos las cosas más “fáciles”.
No es lo mismo que “pasen” o “te pasen” cosas y que estés cabreado, inseguro, etc a que te pasen cosas sintiendo confianza en ti, calma…
Para transitar los desafíos que se avecinan, te recomiendo elaborar en cuestiones vinculadas a las expectativas, la imaginación, la comparación, la competitividad, las exigencias y los ideales.
Alimentar la fe en uno mismo puede ser una gran práctica. Pregúntate, ¿hay desconfianza en mí?
Si es así, ¿qué necesitas hacer para confiar más en ti mismo?
¿Tienes que hacer ajustes o reparaciones en lo que haces?, ¿tienes que adecuar tus expectativas a la realidad?, ¿un poquito de todo?
¿Y los demás qué esperan de ti?, ¿lo supones o te lo han dicho?, ¿les tratas como te piden o como supones que esperan/quieren ser tratados?
Y a partir de aquí, valora: qué te supone a ti (te relaja, te genera estrés…) y qué te bloquea o impide hacer (directa o indirectamente).
Responder a estas cuestiones por escrito te facilitarán comprender en qué debes enfocarte para mantener el equilibrio.
Dar pasos en esa dirección te facilitará y beneficiará en el camino.
Informarte sobre qué implica y qué te implica a ti, puede ayudarte, pero en ningún caso busques info o consultes por ello desde el miedo. Ponerte a especular con escenarios tenebrosos no va a servirte de nada.
Céntrate en ti. Y educa a tu mente para ver menos malas las cosas que parecen malas y menos eufóricas las cosas que parecen megamaravillosas para que pueda haber calma en tu interior y una visión y entendimiento más real y auténtico.
El Universo es un espacio amigable para con la vida. Es una realidad incuestionable. Lo que puede resultarnos incómodo en primera instancia, puede acabar resultando ser un camino tan válido y beneficioso como otro. Y, a menudo, es incómodo para el personaje que representamos hasta ese momento, pero no para el nuevo en el que podemos convertirnos. Así que, información sí, conjeturas y paniquete, no.
Aprecia(te), disfruta(te) y valora lo que tienes.
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