Yo sé que lo que voy a explicar te va a resultar difícil de creer pero es totalmente cierto: a mí me ha llegado a consultar una mujer desde su cama, para preguntarme por el posible amante, mientras el marido dormía al lado. “No hace falta que tú también susurres”, me decía.
Quizás es el caso que más me sorprendió en ese sentido, pero una gran parte de las consultas de Tarot se realizan en horario laboral, con los críos dando berridos de fondo o de paseo por el Corte Inglés.
¿Crees que vas a poder aprovechar de la misma forma una consulta que se desarrolla mientras estás atenta a la conversación que si estás en el coche buscando sitio para aparcar?
Aprovechar al máximo, o no, la consulta también depende de ti, hoy vengo a explicarte cómo exprimir y sacarle el mayor provecho posible a las lecturas de cartas.
Consejos prácticos para preparar la lectura
Como veréis, no son muchos, hay más mitos que otra cosa con respecto a cuándo y cómo consultar:
- Anota lo que quieres saber. Escribe los puntos claves que tienes que resolver. A veces una cuestión puede parecer muy amplia o con muchas ramificaciones o posibilidades y, al tratar de extraer lo que realmente nos preocupa, nos sorprende siendo más reducida de lo que parecía. Esto te servirá para saber qué tipo de consulta necesitas y también para no olvidarte de ninguna cuestión durante la consulta.
- Recopila datos de las personas por las que vayas a preguntar, nombre completo y fecha o año y lugar de nacimiento. Facebook ya no nos dice cumpleaños como antes. Para consultar por otra persona es recomendable facilitar la fecha de nacimiento, si las tienes en una nota del móvil o anotadas, agilizarás la consulta.
- Puedes estar donde quieras, pero intenta que sea un lugar donde no te interrumpan. No hay un lugar mejor o peor desde el que consultar, pero necesitas que sea un lugar que te permita concentrarte en la conversación.
- No te creas lo que ves en la tele, no te generes expectativas sobre cómo va a ser o el tipo de respuesta que vas a recibir. Intenta concentrarte en abrirte a recibir la respuesta, consejo, predicción o lo que corresponda y comprende antes de empezar la sesión que todo lo que surja en ella va a ser para beneficiarte, ayudarte o guiarte hacia el camino de mayor bienestar posible para ti.
- Durante la consulta, no te comuniques como si fuese un concurso de televisión “Aries, 34”.
- Anota las respuestas. Todas, no sólo las que te interesan en ese momento. De esta forma evitas recordar únicamente aquello que te ha llamado la atención y retienes tanta info como es posible.
Y ya está, como veis no necesitáis una gran parafernalia para hacer la consulta.
Mitos sobre las consultas de Tarot
Las consultas de Tarot son inocuas. No movilizan o influyen energéticamente ni favorecen o contravienen.
Son una conversación y la persona que lee las cartas es la traductora. De “experiencia terrestre real” a “espíritu” y viceversa.
Por lo tanto, no pueden generar malestar ni movidas energéticas raras.
Otra cosa es qué haces tú con la información que recibes. Reflexionas, la tienes en cuenta, sigues consejo, te agobia, no te agobia… pero te puede afectar exactamente igual que puede afectarte una conversación con Paco el camarero.
Así es que:
No puedo echarme las cartas a mí misma
De este mito ya hablamos en ¿Todo el mundo puede leer el Tarot? pero quiero hablar de él otra vez porque saber echarte las cartas puede ayudarte, incluso, a que otros te las echen.
Para empezar, puedes corroborar si la tarotista o cartomante es la adecuada para ti en el momento que quieres hacer la consulta. Es una pregunta sencilla que puede evitar que confundas el saber que alguien “es buena” con creer que puede ser “de ayuda”. Y si te sale que sí, afrontarás la consulta con plena confianza y mayor apertura, sabiendo que va a ser útil y positiva para ti.
Pero aquí no acaban los beneficios de saber leerse las cartas a una misma.
¿Qué hay de esos temas reiterantes que aparecen tirada tras tirada y se nos atragantan? Sí, me refiero a las rachas en que pasan días y días en la que la misma combinación de cartas aparece por todas partes. Algo nos quieren decir…
Y lo miras y remiras, y preguntas por ello… y algo se te escapa. Puedes preguntar cómo enfocar la consulta para comprender correctamente qué te quieren decir, y así le pasas el balón a la compañera facilitando el gol.
Creatividad al poder.
Comer, beber…
Beber agua facilita enormemente ciertos trabajos terapéuticos en estados no ordinarios de consciencia, es cierto, pero es que en una consulta de Tarot vas a hablar y te van a escuchar. No necesitas beber más agua ni comer nada en específico para poder hablar y escuchar.
A Dios le va a molestar
“El Tarot es el corazón de Dios, el Dios oculto que se manifiesta a través del hombre”.
Ni miedo ni culpa antes, durante o después de una consulta.
A veces, durante las lecturas señalan lo que no hacemos bien, ¿cómo si no vamos a saber qué resolver?, pero nunca es un juicio o una crítica.
A veces, la gente no entiende el origen o lo que es el Tarot, y lo señalan o critican. Suele ser ignorancia y no se puede valorar la opinión que surge del desconocimiento.
Nadie en el Universo se va a enfadar porque consultes ni te va a restar puntos de “persona decente”, de verdad. Sólo quieres saber cómo estar mejor o progresar, entender(te), ¿qué puede tener eso de malo?
Acude a consulta con ganas por saber y mejorar, no con miedo o sintiéndote pecadora.
Iré incorporando mitos conforme recuerde o me los vaya encontrando pero, como veis, básicamente se trata de centrar tanto como se pueda las cuestiones que te traen a consulta y organizarte para poder tener luego toda la info, nada raro.
Espero que saberlo os ayude a exprimir las lecturas de cartas.
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