Queridos, andaba todavía Matusalén sobre la faz de la Tierra cuando empecé a compartir que el mes antes de cumplir años no es un periodo de tiempo idóneo para tomar decisiones.
Tenemos varias casas 12, las más significativas, a nivel general, son la casa 12 natural y la casa 12 solar.
La casa 12 natural inicia donde señala la cúspide del sistema de casas correspondiente y abarca el espacio pertinente hasta alcanzar el ascendente.
Ahí es donde está la info del inconsciente.
La casa 12 solar inicia 30 grados antes de la posición natal de nuestro Sol. Por ejemplo, si tengo el Sol en el grado 18 de Leo, mi casa 12 solar empieza en el grado 18 de Virgo. Si tengo el Sol en el grado 3 de Sagitario, mi casa 12 solar empezará en el grado 3 de Escorpio. Y así.
Al recorrer el Sol un grado aprox cada día, si cumplo el 20 de febrero, mi casa 12 iniciará el 20 de enero.
Hay que tener en cuenta que no cumplimos años el mismo día todos los años porque no damos la vuelta al Sol en 365 días exactos. Es muy frecuente cumplir el día antes, horas antes, después o, incluso, el día después.
Así es que si no sabes astrología o interpretar efemérides, lo mejor es que calcules unos 32 días antes de tu cumple para saber cuando empezar lo que mi amiga Mavi llama “vacaciones de decidir”.
Cuando el Sol transita por esos últimos 30 grados antes de alcanzar el Sol es como si tuviésemos el Sol a nuestras espaldas.
Si nos ponemos de espaldas al Sol, lo que nosotros vemos no es nuestro camino tal cual es, lo que vemos son sombras deformadas. No vemos la realidad tal y como es. Es una cuestión de perspectiva que en nada tiene que ver con la casa 12 natural.
Por eso esto es que no hay que tomar decisiones, porque las premisas suelen ser erróneas y desacertadas y también por esto no tiene sentido:
Un mes antes de mi cumpleaños, si no tengo el Sol conjunto al ascendente, es un mes en el que no voy a trabajar con el inconsciente, voy a trabajar con información deformada y puntos de vista erróneos.
No es la sombra o lo que hay en la sombra lo que se manifiesta sino la sombra que nosotros creamos.
Una revolución solar, para quienes no lo sepáis, es el horóscopo anual personalizado.
Pero no es un horóscopo inamovible, estático o dogmático, es una combinación de tendencias personales o internas y externas.
Olvídate del “mi querido Piscis vas a tener lentejas”, es más bien un “tienes todo esto por aprender o desarrollar”.
Conocer la energía disponible y manejarla inteligentemente no es lo mismo. Mientras lo primero te somete a una especie de destino y se basa en el sistema “acierto” y “error”, fundamentalmente del astrólogo “me ha acertado con lo que me ha dicho”, manejarla es tu responsabilidad y te permite prepararte y aprovechar, incluso, lo incómodo.
La finalidad de una RS es que tomes consciencia de qué haces tú con lo que la vida y tus propias características te ofrece. Hacer una RS el mes antes del cumpleaños no te va a permitir ver nada con claridad, tampoco vas a tener tiempo de reflexionar sobre cómo tus eventos actuales están generando esas tendencias… y sobre todo no te permite preparar, potenciar o aprovechar esa información más que para satisfacer tu curiosidad y enjabonar, o no, al astrólogo (me acierta/no me acierta). Te postra en un papel pasivo, a merced del destino y, además, este mal leído.
Si un mes antes de nuestro cumple inicia casa 12 solar, dos meses antes inicia casa 11 solar. Es el momento de reparar, arreglar, aprovechar, reciclar, transformar, modificar… todo aquello que requiera ser cambiado, reparado, etc. También es un momento genial para recibir ayuda, para conectar con las personas o el entorno más favorecedor para tu regeneración o la regeneración de tus proyectos.
Y 3 meses antes del cumple es cuando parimos lo que hemos dado en ese ciclo vital.
En casa 10 es cuando se “da” el año. Es el momento en el que más podemos elevarnos y tener una mejor perspectiva. De ahí que el tiempo que le sigue sea tiempo de disfrutar y compartir los frutos o reparar aquello que no ha salido o no va como queremos.
Una RS, por lo tanto, debería leerse y estudiarse en ese periodo de tiempo: mientras el Sol transita tu casa 10 (3 meses antes del cumple) o tu casa 11 (2 meses antes del cumple), que es cuando podemos comprender, interpretar y planificar con mayor acierto y coherencia porque nuestra perspectiva así nos lo permite.
No es complicado. Si soy Géminis, me haré la RS en tiempo de Piscis o Aries. Si soy Virgo, me haré la RS en tiempo de Géminis o Cáncer. Y así.
De esta forma, cuando llegue el nuevo año, sabré qué puedo esperar de él, cuál es la posición, postura o conducta que más me favorece, qué merece especial atención y qué puede quedar en un segundo plano porque no es tiempo para desarrollarse, por ejemplo.
Aprovecho para aclarar, que ayer os compartí mi escalera de Jacob y ha generado dudas y preguntas:
El árbol de la vida (kabala) y la revolución solar (astrología) nada tienen que ver.
La revolución solar tiene un uso predictivo, aunque lo manejemos, nos manejamos en lo venidero y esperable.
El árbol de la vida habla de tu configuración como ser humano, no aborda la predicción aunque podamos ver ciclos en él.
Quizás podáis entender que el árbol de la vida se asemeja a una carta natal, pero lo cierto es que la focalización de un tema y el otro no tienen nada que ver.
Aunque se empeñen en darle una correspondencia a las sefirots (componentes del árbol) o senderos con planetas y arcanos, es como querer comparar un arroz con leche con una paella. Si nos imaginamos que la canela es azafrán y que la leche era caldo y sofrito veremos cosas semejantes 🙈
La astrología, tal y como la utilizamos hoy en día, puede ser más o menos reflexiva, pero nos habla, fundamentalmente, de la personalidad.
La meta es encontrarnos con el centro, lo que somos, superando o sirviéndonos de todo aquello que nos distingue del “todo” y nos permite reconocernos.
La kábala te habla del recorrido de tu alma, cómo afecta a tu cuerpo (y viceversa) y del sistema al que perteneces.
La meta es coronarte, encontrar tu propia divinidad. ¿Por qué ‘Dios’ te hizo así?
Pero ni lo uno ni lo otro son para ver de pasada. El estudio astrológico y el estudio kabalístico no es cuestión de hacer “una sesión” en la que conocer los rasgos más llamativos de tu personalidad o de tu esencia y entender que “eso” es kábala o astrología. Eso es como buscar, en un momento concreto, el significado de una palabra en el diccionario.
Así es que, si lo que quieres es conocer tu futuro, te recomiendo consultar a oráculos o médiums.
Si lo que quieres es comprender y manejar tus tiempos y tus circunstancias, mejorar tu autoconocomiento, estudia astrología.
Si lo que quieres es comprender cómo y de dónde vienes, estudia kábala.
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